Comentario de una Noticia

Evo Morales abandona la fórmula "Mar por Gas" y Michelle Bachelet agradece. Santiago de Chile, 2006. Ésta es la noticia. Buena noticia. Seguramente los dirigentes nacionales conversaron que, para obtener aceptación social de la ciudadanía chilena para el ofrecimiento de Mar a Bolivia, ambos debían jugar a "los gestos de Bolivia hacia Chile". De este modo, los ciudadanos podrán aceptar con mayor facilidad, la cesión de soberanía. En estas latitudes comprendemos que dar es recibir. En verdad, el análisis más exhaustivo que podemos hacer a la situación es el siguiente. La única especie que reconoce fronteras es la especie humana actual. Chile y Bolivia no existen más que en la mente de los humanos. Sin embargo, nuestros Presidentes hacen como que si existieran y nosotros también. Todos seguimos jugando al mismo juego y creamos una única realidad. La única realidad es que existe la Guerra y la única realidad es que existe la Paz. Todo es una sola misma cosa. La Paz consiste en reconocerlo y asumirlo. La Guerra es una invención de los fabricantes de armas para ganar dinero. Podemos no obstante, jugar a las fronteras, asumirlas y desde esa perspectiva consciente, entonces, debemos asumir que esas fronteras existen para facilitarnos la vida y hacernos más felices. Por ende, si existe Chile y si existe Bolivia, yo los quiero países hermanos, integrados y hasta, fusionados, para permitir que todos sus habitantes podamos caminar, vivir y trabajar, libremente, donde mejor queramos. Apoyo lo que haga la Presidenta para acercar a los pueblos porque, en realidad, estamos intercambiando más y conociéndonos más, gracias a las facilidades de transporte que existen. Desarrollando confianzas es cómo lograremos superar todas las diferencias. Desarrollar confianza implica mejorar las relaciones. Estrecharlas. En vez de tener dos grupos de militares a lado y lado de la Frontera, sería mejor crear dos centros de convenciones - culturales, artísticos. Se estrechan las relaciones conlos Bolivianos, aparentemente, en realidad, todo es uno. Por eso saludo a la Caravana KeenBee, otra vez, que anda por ahí alegrando los corazones.