martes, julio 18, 2006

Breve reseña del movimiento ciudadano en el Parque Cultural de la Paz (excárcel de Valparaíso)

Reseña del Movimiento Ciudadano al Interior del Parque Cultural de la Paz. (Ex-Cárcel)[1] 1999/2001: La Cárcel deja de ser Cárcel. ¡Que viva el Centro Cultural Ex-Cárcel! 2000/2002: Irrumpe la Corporación de Amigos de la Ex Cárcel pública de Valparaíso 2002/2003: La lucha contra la privatización 2004/2005: Consolidación del destino cultural del Parque 2005: Irrupción de nuevos ocupantes. 2006: La Propuesta 1999/2001: El fin de la Cárcel. ¡Que viva el Centro Cultural Ex-Cárcel! Por más de 150 años el lugar fue centro penitenciario de la ciudad. La llamaban: “La peor entre las peores”. El año 1999 la Cárcel Pública es trasladada a un nuevo complejo y la administración del inmueble es entregada a Bienes Nacionales. 2000/2002: Irrumpe la Corporación de Amigos de la Ex Cárcel pública de Valparaíso. Su interés es asociarse con el Estado para recuperar el lugar. Por ese tiempo, lo clave era la recuperación porque el lugar se encontraba en franco abandono. A la sazón, aparte de dedicarse a habilitar espacios, la Corporación de Amigos también realiza distintas actividades culturales entre las que los eventos masivos permiten dar a conocer el espacio al resto de la comunidad porteña. Es una época de incipientes inversiones obtenidas de fondos concursables y de aportes de la Corporación obtenidas de los eventos realizados. Al decir de Patricia, de Territorio Sur: “En esta primera etapa, Bienes Nacionales y la Corporación centraron su esfuerzo en conseguir y patrocinar estudios que permitieran conocer el significado del espacio. Con esta finalidad se financió y publicó la investigación del antropólogo Miguel Chapanoff, denominada “Del mundo correccional a la resignificación de lugar: Espacios de Prisión en Valparaíso (1692-1940)”. De igual manera, se han patrocinado otras 3 investigaciones para lograr la recuperación del Almacén de Pólvora ( dos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso encabezados por Oscar Videla y Paulina Kaplán y otro de las arqueólogas de la Universidad de Chile Andrea Ponce y Juanita Baeza, financiados por Fondart 2002.” 2002/2003: La lucha contra la privatización. A fines del 2002, el Gobierno cambia su política respecto del Parque porque se le incorpora como Proyecto Bicentenario[2]. De este modo, la Comisión Presidencial Plan Valparaíso encarga un estudio de preinversión a la Empresa Inmobiliaria Novaterra. De este modo, sin consulta ciudadana y obviando el proceso de ocupación y creación cultural que se venía desarrollando con respaldo de la Seremi de Bienes Nacionales, se genera desde el propio Estado una propuesta que considera la venta parcial de terrenos para uso inmobiliario como estrategia para obtener recursos que permitieran financiar la construcción de megainsfraestructura cultural. Resultado: Arde Troya. La ciudadanía se organiza bajo el Movimiento por el destino de la Ex-Cárcel de Valparaíso, que llega a contar con más de 60 organizaciones sociales y culturales adherentes. Entre su fundación y noviembre del 2003 el Movimiento genera un importante proceso de movilización ciudadana cuyas ideas fuerzas y demandas se ordenan a partir de una declaración de principios denominada Manifiesto por un Mejor Destino de la Ex Cárcel de Valparaíso. ( ver documento en PDF). Se creó una Asamblea permanente de organizaciones que aumentó la tensión con el Gobierno. El conflicto confunde a los personeros de Gobierno. La ciudadanía se vuelca principalmente a campañas de información mediáticas, reuniones bilaterales, dialogos ciudadanos, carta al Presidente, recolección de firmas, jornadas de trabajo y 4 encuentros masivos contra la privatización y en defensa del Parque. La movilización triunfa y el Gobierno retrocede en lo que ha sido uno de los hitos más importantes de la historia de la recuperación del Parque. A partir de entonces, se mantiene la administración en manos de la SEREMI Bienes Nacionales y los ocupantes ayudan en la gestión y en la administración. No hubo convenio formal alguno con las “autoridades”. 2004/2005: Consolidación del destino cultural del Parque. El Gobierno debe adecuar ses decisiones a lo prescrito por la ciudadanía. Contrata un estudio[3] sobre usos del espacio y aparte, su encargado deja de ser la SEREMI de Bienes Nacionales y pasa a ser, la Intendencia. El compromiso con la no-enajenación del suelo y con la cogestión es explícito (aunque no sea formalizado en documento). En esta época se elabora un documento que clarifica las ideas de los ciudadanos involucrados en la defensa del inmueble como bien público. La propuesta propone cuatro dimensiones de intervención: Urbana: que el Parque Cultural se convierta en un espacio público que recupere la vocación de mirador y de paseo público que sugiere su propia ubicación. Comunitaria: que el Parque Cultural sea un espacio construido por quien ocupa o usa el lugar, y que ese uso sea abierto para toda expresión cultural, en la lógica de poner en valor y fortalecer el patrimonio intangible (los habitantes, la memoria, la historia). Patrimonial: que se valore el pasado y la carga emotiva del lugar y por otra parte, que se respete el legado arquitectónico del recinto y se respete las características originales del entorno carcelario. Artística: que el Parque sea un espacio para el arte. El nuevo escenario configurado en la Ex Cárcel implicó que el movimiento generado en torno a la defensa del espacio de las amenazas de la privatización se desarticulara en su expresión masiva y contestaria. En este período, la acción ciudadana estuvo sostenida fundamentalmente por los colectivos ocupantes, y en particular por aquellas organizaciones y líderes de perfil más técnico (Corporación de Amigos, Cooperativa Territorio Sur, el arquitecto Ignacio Saavedra entre otros) y se orientó al fortalecimiento de la propuesta de Parque Cultural y la participación en instancias de negociación y trabajo en el plano institucional. El núcleo más activo se avocó a participar en mesas de trabajo con Plan Valparaíso y la Intendencia Regional en la identificación de posibles fuentes de financiamiento para implementar planes rectores y de inversión en vista a la configuración de un proyecto definitivo para el Parque Cultural, buscando consensos entre Estado y Ciudadanía. Se ejecutaron durante el período tres programas de mejoramiento urbano (PMU), logrando una inversión cercana a los 130 millones, que posibilitó el mejoramiento del teatro, la habilitación de baños públicos y camarines para la sala de danza, la iluminación del patio central y su emparejamiento más estable, entre las obras más significativas. Durante este lapso se trabajó en la construcción conjunta con distintas reparticiones públicas de los términos de referencia (TDR) para la licitación de un estudio de prefactibilidad que sería incorporado al banco de proyectos del BID. 2005: Irrupción de nuevos ocupantes. Muere la Corporación de Amigos y nace la Corporación Parque Cultural. El espacio ahora está destinado a la Cultura y por ello, con gran frecuencia, nuevos ocupantes ingresan a formar parte del proceso por el cual los ciudadanos se apoderan de las decisiones a ejecutarse en este Parque. Se ven nuevas formas de organización que buscan el consenso por sobre la fórmula democrática. Irene Tapia define el año 2005 así: “El año 2005 se marca fundamentalmente por el fuerte e intenso proceso de debate interno, se comienza a desplegar la vivencia concreta de un espacio público abierto a la diversidad de expresiones culturales, se suman al proyecto colectivos que incorporan la dimensión ambiental y cosmovisiones asociadas a un modo más integral de mirar la realidad, en fin la sociedad civil organizada se asienta de manera más definitiva en el lugar, aún cuando la precariedad de la infraestructura disponible sigue siendo un elemento común.” Se intensifica el debate interno acerca del significado de lo comunitario y ello redunda en decisiones de la Unidad de Gestión que redistribuyen los espacios entre los ocupantes. Una reflexión fuerte que se instala en el Parque Cultural dice relación con la similitud del proceso que vive este movimiento con lo que ocurre en el resto del mundo. A grosso modo, puede decirse que la Paz parece una quimera, que la tendencia sigue siendo hacia la desigualdad y todo está siendo rotulado con precios, la Tierra es continuamente devastada por grandes trasnacionales que operan en nombre del Desarrollo y a cada día se evidencia con mayor claridad que los dueños de los grandes medios de comunicación, que forman la opinión pública, también lucran y se benefician del actual desorden imperante. Cambiar este orden de cosas adentro del Parque permite creer que podemos exhibir una forma diferente de hacer las cosas. 2006: La Propuesta. Luego de vaivenes, vuelve a moverse el movimiento ciudadano. Todo es inédito. Lo que se vive es siempre por primera vez, somos pioneros y por eso, puede parecer todo tan confuso, pero por otra parte, también está todo por escribirse. El Parque lo construimos nosotros a diario. Es un espacio consolidado en el imaginario colectivo y su nombre traspasa la frontera de la ciudad. Hoy se dan cita más de 60 colectivos de manera estable, sin contar las cada vez más frecuentes visitas ocasionales. Al día de hoy, dos estudios están en pleno proceso de confección. Uno financiado como proyecto Fondeff y el otro, el famoso estudio de la consultora de Edmundo Bustos. Ambos, apuran al movimiento ciudadano a construir una propuesta concreta para “las autoridades”, sin embargo la propuesta se vive en el Parque, día a día, y es un proceso revolucionario articulado con todos los hombres de buena voluntad que aspiramos a acabar con las guerras, refundar nuestra Sociedad y alcanzar la armonía en todas nuestras relaciones. [1] Autor: Juan Pablo Lazo. Utilizando como base documento elaborado por Patricia B. e Irene Tapia. [2]Que se lo catalogue como un Proyecto Bicentenario significa que adquiere una dimensión de importancia nacional para que así se le puedan inyectar grandes recursos en Obras de Infraestructura. [3] Proyecto cultural Cerro Cárcel de Hilda Arévalo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Día viento resonante, última onda encantada del año semilla cósmica. 19 de Julio del 2006.