miércoles, octubre 03, 2007

privatizacion de los mil tambores, carnavales gratuitos ahora

CARNAVAL DE LOS 1000 TAMBORES.- =================================== Nº_004.- VALPARAÍSO, 2 DE OCTUBRE DEL 2007 DE : LA CORPORACIÓN CULTURAL EX CÁRCEL DE VALPARAÍSO A : COMUNIDAD DE VALPARAISO P R E S E N T E . – Con sorpresa y legítima inquietud, nos hemos enterado, el pasado viernes 28 de septiembre, que el primer fin de semana de octubre, el Parque Cultural ex Cárcel será alojamiento del “Carnaval de los 1000 tambores”. La “comunicación” fue hecha por Santiago Aguilar, antiguo miembro de la Corporación, cuando faltaba menos de una semana para el comienzo del “Carnaval”. En la ocasión aseguró contar con el respaldo del Gobierno Regional, la Alcaldía, la Gobernación Provincial, Bomberos, Cruz Roja y el Servicio de Salud, para la realización de este evento. Y que contaba con cartas –nunca mostradas- que probarían esta situación. Respecto de esto, señalamos que a pesar de respetar en su justa dimensión a las instituciones antes señalada, la comunidad del Parque debió ser puesta al tanto de la realización de este evento o fiesta popular con mayor antelación y antes que cualquier otra institución. De haber ocurrido eso, y de haber habido un espíritu de integración de las actividades que se realizaban, con mucha alegría hubiéramos respaldado la iniciativa si hubiéramos sentido que era abierta y construida por todos. El planteamiento realizado por Aguilar fue sólo de tipo informativo. O sea, no había disposición a construir en conjunto los aspectos centrales de la organización del encuentro. Esto conlleva un desconocimiento y desprecio de nuestra labor de trabajadores de este espacio. En la ocasión (28 de septiembre) la unanimidad de los miembros presentes de la asamblea de la Corporación, planteó que los problemas ocasionados en el evento anterior que tuvieron relación con compromisos incumplidos de distinto orden, relativas a la seguridad (no hubo plan); de aseo del lugar (no se cumplió lo comprometido); grandes desordenes; el hecho que no se le halla pagado lo prometido a las hermanas Pulgar, quienes tuvieron la titánica tarea de limpiar el recinto los días de los carnavales; Y que no se halla dado la cara una vez terminado “el evento”, para dar cuenta del desprolijo manejo que en este hubo. Se expresó también que la comunidad del Parque Cultural valora muchos aspectos de los Mil Tambores y que se reconoce que gran parte de los participantes de esta fiesta –muchos de nosotros mismos- son personas que aportan cultura y solidaridad. Pero que también, hay un porcentaje de los que viene a este encuentro, que cree que esta es la ocasión propicia para actuar con desenfreno y embriaguez descontrolada, lo que perjudica enormemente el esfuerzo que los vecinos del Parque y sus usuarios permanentes hacemos por convertir este espacio público en un gran Parque Cultural abierto al pueblo porteño y nacional. Y que esto es aprovechado por malévolos grupos de interés que quieren a toda costa cerrar este espacio para el arte y la cultura popular, y así dar rienda suelta a sus afanes inmobiliarios y a sus ridículas propuestas. Se recordó en la citada asamblea que el desorden imperante el año pasado –del que no se puede responsabilizar sólo a los organizadores-, facilitó el accionar de enemigos de este gran espacio público, quienes realizaron un atentado incendiario de lamentables consecuencias y que afectó al Taller de mueblería Reciclarte. Y que, a la larga, significó un gran perjuicio para el Parque Cultural. No debemos olvidar que UN DÍA DESPUÉS de consumado el incendio en la ex Cárcel, apareció en este lugar el funcionario público –de pocas luces- Rodrigo Uribe (Seremi de Bienes Nacionales) anunciando que el proyecto Parque Cultural “no servía” y que en este lugar se iba a construir un Centro de Convenciones. ¿Cómo podía tener un plan a un día de ocurrido el incendio? Y que después de un arduo bregar se desechó esta idea y se ha reconocido por todos los actores de la comunidad porteña que la ex Cárcel es y tiene que ser un lugar para el arte y la cultura donde tengan cabida preponderante las organizaciones sociales y culturales que no tienen espacios ni posibilidades de expresión y formación, en esta sociedad capitalista y discriminadora, que nos ha ido invadiendo. Pero que enfrentamos con arte y cultura, y mostrando las bondades de la integración y la fraternidad. ¿Se entiende que este tesoro de la lucha porteña y social no se puede tirar por la borda y que hay que defenderlo de la insensatez y la improvisación? Y que el justo derecho que tienen todos los habitantes de esta ciudad de ocupar este espacio requiere el respeto a mínimas normas que garanticen su proyección en el tiempo. No se debe dejar de considerar que la ex Cárcel, cuando es bien utilizada, es uno de los lugares más seguros con los que cuenta nuestra Región e incluso Chile, para la realización de eventos masivos. Recuérdese que en los 7 años de funcionamiento de este recinto como Parque Cultural, nunca ha habido un accidente o incidente con heridos que lamentar, a pesar que se han hecho numerosas actividades de gran valor cultural y muy masivas, como Rockodromo, Encuentro de los Pueblos, las conmemoraciones del 19 de noviembre y los mismos Mil Tambores. Pero el hecho de que este año hallan habido tres incendios intencionales que han afectado al lugar, no habiéndose ubicado ni menos sancionado a los responsables, hacen más que previsible –diríamos casi un hecho de la causa- que este fin de semana esto se pueda repetir. Debido a lo anterior, lo único que podría garantizar que nada sucediera es que hubiera un claro plan de seguridad, reuniones de coordinación, equipos de seguridad y de logística ya afianzados. Esto, además de cartillas e instructivos adecuados, que hagan comprender a los asistentes de la importancia del espacio y de la necesidad de extremar las precauciones para evitar una nueva embestida. Pero nada de esto hay: Ni plan de seguridad, ni nombres de encargados. Cabe hacer mención que la comunidad el Parque Cultural –representada por la Corporación Cultural- ha cuestionado el hecho que se cobre una vez más por la entrada a la ex Cárcel. Esto, toda vez que este es un espacio público en el que todos los ciudadanos deben tener acceso sin mediar cobro alguno. Y que, aunque esto podría justificarse en determinadas circunstancias, sería apropiado que en dicho caso se hicieran cuentas públicas de los ingresos y egresos. Lo que no ha ocurrido los años anteriores. Tampoco ha habido una contribución al lugar. Debemos hacer presente que una vez terminado los Mil Tambores del año pasado, la imagen y vinculación del Parque con la comunidad circundante se vio fuertemente dañada. Y que en la actualidad, después de una largo y constante trabajo, esta situación se ha revertido radicalmente, lo que se evidencia en la estrecha relación que se ha logrado con las principales organizaciones educativas y vecinales del sector, que en la actualidad sienten –sentimos- este Parque como nuestro. Informamos –por último- que el Sr. Chago Aguilar, se había comprometido a reunirse nuevamente con todos los integrantes de nuestra Corporación, el día lunes 1 de octubre en curso, para suscribir un acuerdo que garantizara el correcto uso de las dependencias del Parque Cultural y exhibiera los documentos que – según expresó – había suscrito con la Gobernación y la I. Municipalidad y otros, en los que se garantizaba el mantenimiento de la seguridad, aseo, salubridad, orden público interior y exterior, etc., pero, por desgracia, no concurrió ni envió alguien en su nombre.- Por todo lo anterior, la Asamblea de la Corporación, realizada entre los día viernes 28 de septiembre ppdo. y el día lunes 1 de los corrientes, acordó expresar que no están dadas las condiciones de seguridad para que el lugar sirva de alojamiento de los “Carnavales de los Mil Tambores”, único fin que se le asignó en el programa a este recinto que perfectamente pudo haber albergado talleres y muestras culturales. Señalamos que de insistir el Gobierno, el Municipio o la Gobernación que es el Parque Cultural el lugar adecuado para hospedar a los centenares de visitantes de otras ciudades que puedan venir con ocasión de los mil Tambores, se hacen inmediatamente responsables de todos y cada uno de los daños morales o materiales que puedan ocurrir. Y que la comunidad del Parque les hará ver esta advertencia previa, como prueba indesmentible de ello. Finalmente, queremos saludar a las delegaciones asistentes a este Encuentro a quienes pedimos disculpas por los problemas de organización de este encuentro –que no nos involucran-. Señalar también que valoramos y admiramos la labor que realizan y el esfuerzo que hacen de venir a nuestra querida ciudad. Y que de depender de nosotros les daríamos una mejor, gratuita y más preparada bienvenida: como se merecen.

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